miércoles, 24 de noviembre de 2010

La tentación de controlar la cultura

Cultura.

Def. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.

Es evidente que la creación de la web 2.0 ha establecido un nuevo contexto en la creación, producción y distribución de los contenidos culturales. Son muchos ya los casos en que se ha puesto de manifiesto que el control de los contenidos culturales ya no es exclusivo de la industria cultural y que el ciudadano/usuario ha pasado a ser un distribuidor muy efectivo de dicho contenidos (desde el primer servidor web de intercambio P2P como NAPSTER hasta las producciones en colaboración como la muy conocida Wikipedia). Todos estos contenidos tienen una característica fundamental que ha hecho posible su expansión, esto es el hecho de ser gratis (o como se diría literalmente en inglés “libres”).

Es por ello que ha surgido un gran debate sobre la necesidad o no de controlar la red. A modo ilustrativo quisiera citar a Eduard Punset que en el Foro Europeo de Industrias Culturales se dirigió de este modo a la ministra de cultura y a los representantes de la industria cultural: “Es fantástico que tengáis ganas de mirar en profundidad este tema. Es un tema que va a crecer de una manera inusitada. Por citar solo un ejemplo, hoy en Europa la publicidad digital representa ya más del 40% del total. En España, desgraciadamente, solo representa el doce por ciento. ¿Cuál es la tentación que podéis tener? Estas ansias de impulsarla, creará en algunos de vosotros la tentación de controlarlo. […] Espero que no nos pase con internet.”


Ciertamente, intentar controlar internet supondrá limitarlo y no emplear, en toda su extensión, sus capacidades. Además puede suponer graves limitaciones e incumplimientos de los derechos de los ciudadanos, tales como el derecho a la tutela judicial efectiva, el derecho a la cultura, el derecho a la libertad de expresión, etc. Esto provocaría graves perjuicios a los ciudadanos y supondría interponer una bipolaridad en conflicto entre creadores de contenidos y usuarios.

Sin embargo, realizando un buen uso de internet y sabiendo gestionar todas las herramientas que este medio otorga es posible generar estrategias económicas para los creadores de contenidos. El problema principal es conocer qué podemos utilizar para hacer sostenibles y rentables los proyectos, y realizar un trabajo en el plano político que dé salida a instrumentos que otorguen un mayor rendimiento.

No se puede permitir que se limite y se controlen los procesos creativos, y debemos tener en cuenta que para salir de este entuerto en el que nos hemos metido, la crisis, se hace necesario un cambio de paradigma social que se hace posible gracias a internet.


Como muestra de algunos proyectos interesantes que os podéis mirar y disfrutar libremente:

.- Las TED conference: ideas que valen la pena difundir!!

http://www.ted.com

.- Exgae: asociación que vela por una gestión justa de los derechos de autor.

http://www.exgae.net

.- FC Forum: Foro de investigación en el que podréis ver artículos, trabajos y proyectos sostenibles digitales.

http://www.fcforum.net


lunes, 12 de abril de 2010

Libertad de Poder

Nota del autor: Este escrito se ha de leer como si fuérais Peter Finch en la película "Network" de 1976 cuando en el papel de presentador de televisión realiza esta aparición en antena que os dejo a continuación:

http://www.youtube.com/watch?v=5tBnhe8ciCw




LIBERTAD









1.
f. Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.


Libertad según nuestro diccionario es una facultad natural, algo innato en nosotros que debería formar parte de toda nuestra existencia. Sin embargo, resulta desesperante observar como actualmente se nos despoja de nuestra libertad. ¡Sí! lo que es desesperante es el como, el modo de hacerlo.

El mundo "desarrollado" (y permitidme ponerlo entre comillas) vive un periodo en el que el ciudadano ha pasado a convertirse en ese "último hombre" que nos escribía Nietzsche en su obra "Así habló Zaratustra". Aquel ser humano que solo busca el placer, desencantado, aceptando su papel sin discusión:

"Han abandonado los parajes en que la existencia era dura, pues necesitaban calor. Aún aman al prójimo, y se acercan a él, porque necesitan calor. El enfermar y el desconfiar se les antoja pecaminoso. Andan siempre con cautelas. ¡Qué tonto quien sigue tropezando con otros hombres, o con las piedras!", afirma Nietzsche en Así habló Zaratustra

En efecto, el ser humano se ha dado cuenta que las ideas no son más que hologramas inexistentes, y lejos de reaccionar activamente ante esto, han cedido todo tipo de terreno a la máxima de nuestro tiempo "EL PROGRESO CIENTÍFICO". ¡La ciencia responderá nuestras necesidades!, gritan todos al unísono, ¡Las nuevas tecnologías nos dotarán de nuevos horizontes más justos! Patraña barata, eso es producto de la comodidad, no queremos sobresaltos ni sufrimientos ni enfermar, solo disfrutar. A mí personalmente me da mucha pena.

El capitalismo y su oligarquía disfrazada de democracia fluyen en este mar plácido, fluctuando, sin respuesta en contra, cada vez más asentado, como un espectro fantasmal. Las nuevas tecnologías permiten que el mundo sea más pequeño y por tanto más controlable. Se generan diferencias abismales entre zonas planetarias o entre vecinos de una misma localidad. Explotamos el planeta hasta ahogarlo, sin tregua ni descanso por ser competitivos y satisfacer las posiciones de poder.

Y ante esto, yo me pregunto: ¿Competir contra quién? Solamente se me ocurre contestar: contra nosotros mismos.

Hombres y mujeres, caminamos hoy en silencio aceptando de forma natural nuestro propio destino. El destino de una vida dedicada al consumo, a la dependencia del dinero y al trabajo alienado. Vivimos en un mundo mucho más violento, más feroz y seguimos pensando que somos más libres por ser democráticos.

Es entonces cuando empiezo a preguntarme cuándo va a ser el día que despertemos nuestra conciencia y dejemos de lado nuestra falsa comodidad. ¿Qué día el dinero dejará de tener más valor que la propia vida?

¿¡QUÉ DÍA EMPEZAREMOS A HACER VER A AQUELLOS QUE QUIEREN IMPONERNOS SU VOLUNTAD QUE NO ESTAMOS DISPUESTOS A CEDER EL CONTROL SOBRE NUESTRAS VIDAS!?

Como afirma Finch: "¡SOY UN SER HUMANO, MI VIDA TIENE VALOR!"

Que no sea demasiado tarde para ello es lo único que espero.







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